jueves, 5 de enero de 2017

Un paso

Eso es correr: Un paso.
A la vez. No más. No menos.

Un paso.

Ya está.

geschafft.


Hoy volviendo a casa corriendo, disfrutando un clima fresquito... Y me río de los que esperan en la parada de bus y se doblan de frío, y me alegro de avanzar.

Voy ligera sin ir rápido. No me interesa medir el tiempo ni la distancia. Me parecen tan lejanos esos días donde todo debía cuantificarse.

Me surge la duda si llegaré a casa. Tal vez tenga que seguir en bus y conformarme con un par de minutos corriendo.

Siguen las calles principales llenas de lucecillas navideñas. Árboles de Navidad se encuentran tirados a diestra y siniestra, abandonados.

Y yo sigo.

Así de fácil.

El viento me regresa unos pasos, faltan todavía unos semáforos. Sopla tanto el viento, el frío muerde las orejas. Sigo. Un par de ciclistas se bajan de la bicicleta. No se puede seguir así, entre sal, viento, frío y tanta oscuridad. Sólo las lucecitas de Navidad alumbran. Todo lo demás se lo traga el invierno.

Llegué a casa y camino un poco para aflojar las piernas. Hace frío, siento la espalda congelada, los dedos se entumecieron. Y yo con una sonrisa que me calienta el cuerpo. No me hace falta nada más.



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