Cambié de plan ya que por fortuna, el que tenía no me causó mayores problemas. Lo ajusté un poquitín y ahora sí. Va en serio: tres meses para el maratón. El martes no hubo problema. Pero hoy, a menos tres grados, con un viento fortísimo por la noche, nada. Así no salgo. Y he tenido que arrastrarme hasta el gimnasio.
Creo que no estuvo tan mal, 60 min (10 km). La tortura de la banda y el monótono paisaje hacia la calle me recordaron que me gusta mucho más correr fuera que en la caminadora. :-)
Y el tiempo seguirá así... Lo siento por los berlineses que preparan su mediomaratón en primavera; el sábado y domingo los veré recluidos -me incluyo- en el gimnasio.
Un fin de semana sin bosque. :-\ Menuda forma de terminar la primera semana.
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