El invierno llegó. Puntual.
Si hay algo que llegue puntual y sin tardanza en esta ciudad es el frío.
Yo sin condición, me bajo mis delirios de grandeza y... acepto mi fragilidad, pereza, grasa corporal... No vamos por distancias, sino vamos a recuperar primero el orgullo.
Me outeo y acepto que nada más voy a mover las piernas a una caminadora de gimnasio... Triste y dura verdad. Pero mejor a nada.
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