El proyecto
El proyecto si bien era ambicioso, se podía conseguir. Correr finalmente más de 42 km y así alejarme del umbral de dolor de los 42 para explorar algunos kilómetros más de la distancia máxima que conocía.
La distancia debía ser pues mayor pero no imposible. Así que para no terminar con alguna lesión mayor ni con una pésima experiencia en ultramaratón descarté de 70 para arriba. Me quedaban pues 50 o 60 km.
Las posibilidades se redujeron bastante al ver qué se ofrecía por mi lugar de residencia. Una pionera carrera me llamó la atención: Ultra Trail Ajusco 2014: 50 km. Sonaba a matrimonio de amor tórrido y pareja perfecta.
La realidad hizo acto de presencia
Unas cuantas pesquisas en Internet y encontré foros y planes de entrenamiento. La cabeza ya había encendido motores: la voluntad estaba dentro del paquete. El cuerpo había pues de espabilarse y juntarse al proyecto.
Abandoné el asfalto y me concentré más en campo traviesa, altitud, subidas. El siguiente paso fue solicitar la altimetría a los organizadores que ya empezaban a hacer alarde de arrogancia ante las preguntas de los inscritos.
La respuesta me inquietó un poco: la darían una semana antes ya que consideraban que no era necesario conocerla. :-\
Supongo que en eso se deja discutir. Habrá corredores que no planean sus carreras ni miran los circuitos por las razones que fueren. Habrá otros que sí las necesitamos para calmarnos un poco y saber dónde estamos en qué kilómetro, cuáles son los puntos duros, etcétera. Pero ponerla una semana antes me pareció una falta completa de preparación por parte de los organizadores.
Como ésta hubo muchas respuestas. No, uno no se inscribe para que lo traten a uno como si fuera Haile Gebrselassie, o en este caso de trail, como si uno fuese el sucesor de Kilian Jornet. Pero un poco de cortesía en las respuestas no está de más, sobre todo cuando la información de la página de los organizadores deja mucho que desear.
Pero vamos, no dejemos que esto nos distraiga. Voy por mis 50 km.
Un día antes de la carrera se ensombreció el tiempo
La entrega de paquetes fue eterna. Incluso llegué a pensar que tardaría más en recoger mi número que en correr al día siguiente. Los organizadores habían prometido camisetas de diferentes tallas, con nombre impreso. El nombre impreso se puede leer con lupa. La información de la talla prefirieron arrancarla. Como si uno fuera estúpido y no supiera a vista si una camiseta tiende al S, M, L o XL...
Pero no nos dejemos irritar. Concentración. Lo que discuto aquí son boberías, son niñerías. Yo no vine a pagar una camiseta. Yo vine a por un ultra.
La carrera
Prendamos motores. Falta media hora.
No. Según los organizadores, la carrera se retrasa.
Vale, vale. Se sale después entonces. No es tan malo.
La carrera comienza y yo salgo con emoción, con alegría, con esas ganas que sale uno cuando lo ha esperado con anterioridad muchas veces. Cinco. Diez. Quince km. Puf, esto sí que es otra cosa. Trail es otra cosa. Una cosa bellísima que me infla las ganas de correr, de luchar contra esas subidas... Veinte, mejor imposible.
Esto del trail es inspirador... Sigamos, porque ya llegamos al veinte... ah caray... por aquí ya pasé... Y por aquí ya pasaron ellos también.
Otro intento.
Nada. Llegamos al mismo lugar.
Otro más. Yo voy, ellos vuelven. Alguno de los dos grupos va en sentido correcto, ojalá sea el mío. Nada. Nos volvemos a encontrar los dos grupos.
Nada. Derecha. Izquierda. Nada.
Mierda, mierda, mierda.
Estamos coriendo en círculos. Nadie a quién preguntar.
Hay que abandonar después de varios intentos y sólo preocuparnos por encontrar la salida.
Es doloroso.
Es peor que el muro. Lo juro. De ésta no me voy a levantar.
Aquí les dejo un reportaje sobre los hechos. El ultradesastre
Se acabó
Primer intento de ultratrail: fallido. Y me queda una espina tremenda en el orgullo, en la motivación.
Tal vez no busqué suficiente la salida. Tal vez debí correr y repetir todo de vuelta. Tal vez.
Ahora a reconstruir ese ánimo. A dejar salir ese enojo, esa frustración, esa impotencia...para empezar otra vez con la frente en alto.
PD
Nunca más me inscribo con tales organizadores de Ultratrail Ajusco (dirigidos por Renato Ríos y Mauricio Ríos) quienes no dieron la cara. Siguen pensando que si nos perdimos fue nuestra culpa a pesar de que prácticamente todos los de 50 km abandonamos. Los organizadores idiotamente tuvieron la cínica idea de celebrar -a pesar del caos- una premiación cuya confiabilidad es nula. No fueron capaces para garantizar siquiera servicios médicos. En fin, una triste y amarga lección para mí. Con el Ultratrail Ajusco nie wieder!
No hay comentarios:
Publicar un comentario