A pesar de que casi cambio de plan, conseguí saliendo del trabajo, salir a correr. En estos días ya está oscuro desde las cinco. Y la batería se me baja rápidamente así que tengo que hacer esfuerzos para obligarme a hacer ejercicio. Luego me siento muy bien, me siento - curiosamente - llena de energía.
Ayer, incluso me dio un poco de pena recordar cómo tuve que obligarme a salir de casa. Porque eso sí, excusas habrá siempre: está oscuro, hace frío, estoy cansada, me siento mareada, no he comido nada y me siento débil, no tengo tiempo... Y tantos más...
Pero si uno consigue recordar esa sensación de bienestar que viene automáticamente después de correr, entonces ya es más fácil salir.
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