Hay días en los que uno se levanta con la sensación de que no está en el lugar correcto y que todo sigue un ritmo muy diferente al usual. Con ello quiero decir que este sábado: no parece sábado, sino más bien un jueves por la mañana; los coches no dejan de pasar, pitan innecesariamente.
Tenía el plan de sorprender a una amiga y visitarla; pero un cumpleaños se ha interpuesto entre mis planes... El caqui que guardaba celosamente como recompensa para después de correr no maduró a la velocidad que yo quería y me he quedado sin premio. Y me he puesto a picar wasabi...
A regañadientes me he puesto las zapatillas. Pero logré persuadirme y salir a correr en este día amorfo. Por fortuna he alcanzado la última hora de sol. Apenas volví a casa, todo se nubló y el paisaje regresó a ser grisáceo. Y a pesar de que el día sigue así: con un viento que arrastra las últimas hojas y deja pelados los árboles; me ha tocado tanta suerte. Corrí con sol. Todo augura que el invierno nos cae en cualquier momento.
50 min.
9 km.
No hay comentarios:
Publicar un comentario