Todas las personas tienen sus manías y tics. Yo tengo ambos. Como corredora también. A mí me da mucho gusto tener un rinconcito que me recuerda la rutina que es correr (no lo digo como algo negativo sino más bien positivo). Este rinconcito es mi "chiquihuite del buen running".
En alguna parte leí que cada uno debe de "mimarse" como corredor. Hacerlo de forma constante y visible nos permite continuar sin la pesadez de la pregunta más frecuente que se hace un corredor: ¿salgo o no salgo? Nos permite pues, ver en el deporte algo más que una forma de bajar de peso o matar el tiempo; correr se va volviendo un pasatiempo que disfrutamos y no una obligación. Mimarse también motiva y la motivación es un aliciente imprescindible para correr con frecuencia.
Para algunos esa motivación o gusto por correr puede acompañarse tecnológicamente; por ejemplo con un reloj muy caro que mide prácticamente todo. O bien, para otros es más importante llevar ropa extremadamente funcional o con fibras que permiten mejorar el rendimiento deportivo. Otros más necesitan que los "vean" y sí, a veces uno puede detectar a un corredor a decenas de metros porque hace todo para que lo miremos. Por cierto, hace poco vi una persona que llevaba un aparatillo que sacó Nike, que conectado a tu Ipod te da instrucciones y frases de motivación. La persona que vi disfrutaba al máximo entrenando así.
Yo pensé que mi reloj gps me iba a dar una gran alegría y motivación. Pues ni tanta, la verdad es que funciona bastante bien y a veces me pongo a jugar en el google earth; pero claro, si saliera mañana y me robaran el reloj; pues no pasa nada, no voy a comprarme inmediatamente otro. A mí lo que me da placer es usar mi "chiquihuite"; y ponerle y quitarle cosas según la temporada.
"Chiquihuite" es una palabra del náhuatl que significa cesto o canasta. A mí me gusta mucho su sonoridad por eso la uso incluso en cestos que no son estrictamente chiquihuites. En realidad, es el objeto más anodino del mundo, pero qué placer me da verlo por los mañanas.
Y es minúsculo. Me he propuesto no llenarlo completamente sino sólo ponerme las cosas qué realmente necesito para correr. En invierno está claro, tengo que protegerme un poco más. En él pongo mi mp3, mi gorro de invierno, mi reloj con pulsómetro, mis reflectores para los brazos para correr por las noches, los guantes y el aparato que registra las pulsaciones.
Claro... casi se me olvida mencionar a los puristas: aquellos que salen sin nada y que tienen la -para mí- increíble y sorprendente facultad de ir solos; sólo ellos: sin reloj, sin ropa extremadamente funcional, sin música, sin nada... Es increíble... a veces me pregunto cuánto lograrán sumergirse en sus propios pensamientos...
PD: La semana empezó bien, 51 min., 9 km.
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