A principios de 2015 quería intentar un ultramaratón. Por varias razones no se pudo: salud, cuestiones laborales, pérdidas familiares...
Y muchos cambios. Hace poco salí a correr con un amigo para recuperar un poco el gusto.
Voy a tardar en dejar de asociar tantas cosas tristes a este deporte.
Viene un nuevo año. Vamos otra vez a intentar. Y a intentar y a intentar. Hasta que salga.
No hay plan B.
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