Al que madruga, no lo achicharra el sol mortífero de Ciudad de México.
Inocente palomita que volvió a su casa rostizada.
Salí a mis 21 km justo cuando más duro pegaba el sol...
!Qué caray! Qué susto me metí al verme un día después por la mañana...
No saldré nunca más a mitad del día.
No saldré nunca más a mitad del día.
No saldré nunca más a mitad del día.
No saldré nunca más a mitad del día.
No saldré nunca más a mitad del día.
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