Sí, una tos que me llevó a hacer pausa forzada. Desde el miércoles no hacía nada y hoy, aprovechando que el tiempo era una delicia salí al ataque. Sí, los conseguí. A pesar de que los últimos ocho eran contra viento.
El broche de oro: un atardecer divino.
Ahora a dormir y borrar el cassette. Mañana es otra semana. Otra. Y hay que empezar el trabajo nuevamente.
:-)
Un pasitito más cerca de Torreón.
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